miércoles, 17 de diciembre de 2008

Te quiero aunque no quieras que te quiera.


Quedó atrás el aniversario del día en el que hablamos por vez primera, allá en noviembre de hace ya cuatro años, día que nunca tuvo su celebración aunque siempre ha estado presente en la mente de los dos. Pasó el día de tu cumpleaños, fecha en la que empecé a felicitarte un año más tarde de habernos conocido. Las Navidades están dejando escuchar sus primeras voces ya, tan cercanas a nosotros. Y comenzará un nuevo año, diferente, con esperanzas esta vez apáticas, deseos apagados por todo lo acaecido en este final de año tan poco afortunado.

He perdido la libertad de decirte TE QUIERO, la esperanza de que germinase en tu corazón la semilla de mi amor, y he olvidado lo que se sentía creyéndote sonreir cada vez que me leías amarte.

Ahora sólo tengo derecho a añorar los recuerdos de lo que nunca fue pero siempre pudo ser, de un amor misterioso entre dos ilusionistas. Sí, Alejandra: digo ilusionistas porque fuimos capaces de crear las más bellas historias para nosotros dos, sin haber rozado nuestra piel, como constructores de leyendas de las que nadie, salvo nosotros, conocerán jamás.

Hoy te quiero, pero ayer te amaba y mañana te voy a necesitar. Y hoy no puedo tenerte, y ayer no supe animarte, y mañana no estarás. Cómo quisiera ser ese "brujo" con el que tantas veces me apodaste, (sí, sé que no era algo exclusivo para mí, pero me gustaba leerlo), y poder hechizarte de nuevo para traerte hasta mí, pero no poseo esa magia. Sólo soy poseedor de un corazón solitario y enamorado, incapaz de dejar de sentir la hermosura de una fantasía tan perfecta.

Tú eres mi alegría aún en la amargura. Fiel a mi silencio callaré el amor que un día te brindé, pero lo guardaré para ti porque en realidad tuyo es. Creció mi corazón alimentado por tu presencia, y ahora espera paciente y resignado por que tú seas la pequeña estrella que siempre brilló cerca de mi luna, y ojalá pueda volver a tocar tu luz con los dedos de mis letras.

Que no vaya a ser no significa que renuncie a imaginarlo.

Siempre viví esta historia como algo onírico, y seguirá siendo así.

Te quiero a pesar de que no quieras que te quiera, y eso no lo cambiarás jamás.

No hay comentarios: