domingo, 7 de diciembre de 2008

A pesar de todo te amaré.


Llueve inconsolablemente fuera como lágrimas de un tiempo gris y despiadado que oculta la cara más hermosa del sol.
Llueve fuera y lo hace dentro, en mi corazón, emancipado de una alegría que sucumbió al terrible desconsuelo de una despedida. Pero yo sigo aquí, esperando ausente tus palabras, sin poder caminar hacia ningún horizonte temiendo perder tus huellas.
Sigo postrado en este lecho de tragicomedia en el que he decidido ocultar mi vida real, si es que no era esta. Un amor que vivió condicionado por la certeza de que aquellas fantasías acabarían por personificarse en ti y en mí. Un cariño que nació desde lo más puro de mi espíritu y acabó contaminado por la cotidianidad de algo que nunca debió abandonar los sueños.
Ahora sigo viviendo ese amor tras un muro transparente que no puedo atravesar. ¡Cómo quisiera poder decirte que te quiero, que sigues siendo la mujer por la que yo vivo, para la que respiro! Pero me está vetado y me consumo en el silencio.
El último día que hablé contigo volví a sentir esa paz que me transmites, ese bienestar que se adueña de mi alma en tu compañía. Quería decirte que me importas, que eres una necesidad vital para mí, que mis pensamientos vagan por tus recuerdos buscando el consuelo del soldado que se tuvo que rendir al enemigo. Contigo todo es fácil: sonreir, disfrutar, vivir... Sólo me queda confesar lo que grita cada día dentro de mí, algo a lo que te quise acostumbrar, a saber que mi amor es real y verdadero, puro y esencial, algo que he de encerrar en las mazmorras más profundas de mi memoria.
Te quiero, Alejandra, por mucho que el tiempo pase; y por mucho que disimule, te quiero. Pueden pasar los días, las semanas, pero yo siento este amor aún más fuerte y arraigado en mí. Es el único fin para el que me siento capaz, el de poder amar aunque sea en un monólogo absurdo del que tú nunca darás cuenta, pero amarte es lo más bonito que la vida pudo regalarme y los buenos regalos siempre me gustó conservarlos.
Te amaré a pesar de las circunstancias, Alejandra. A pesar de todo te amaré.

No hay comentarios: