martes, 2 de diciembre de 2008

Cuando la añoranza es necesidad.


Hola, Alejandra.

De nuevo me encuentro entre estas palabras para poder plasmar lo que siento. Anoche compartí contigo un escaso tiempo y apenas podía aguantar las ganas de hablar de ti. Me cuesta mucho mantener encerrados los sentimientos, pero sé que te lo debo.

Te quiero demasiado como para que disimular que no hay nada sea fácil, pero de momento lo consigo. Anoche quise irme con un "te quiero" y casi sucede, pero logré contener mis ansias y lo acallé.

Eres la única persona con la que hablaba de ti, de lo que siento, de lo mucho que te amo, y ahora no puedo desahogar todo lo que llevo dentro con nadie. No quiero perderte, pero sé que es inevitable, que es tu decisión, y que nada puedo hacer por arrebatarte de la distancia.

Me preguntabas que cómo estoy; vacío, mi vida. Estoy vacío sin ti, por mucho que no te lo cuente. Te convertiste en el pilar básico de mi introvertida existencia y ahora a duras penas se mantiene en pie el templo que es mi vida, un templo casi en ruinas.

No quiero hacerte ver que me encuentre en esta situación y por eso sonrío contigo, y busco gracietas que te hagan mostrar una pequeña carcajada. Sé que te gustaría saber que todo va bien, que lo voy superando, que por fin podemos ser amigos de verdad sin ligaduras emocionales... Nada de eso es posible.

Yo seguiré actuando como tal hasta el día que ya no vuelvas, y en realidad será por egoismo, porque lo hago por mí. Necesito tenerte cerca para mantener un hálito de esperanza mentirosa que me diga que aún es posible un tú y yo. Sí; ya sé que no es lo que va a suceder, que en tu mente no está el que algo así ocurra, pero prefiero pensar que aún es posible.

Supongo que para ti tampoco estará siendo fácil, pero siempre te he considerado una persona mucho más fuerte y racional que yo, así que el tiempo te dará la libertad de pensamiento suficiente para relegar a un rincón lo que un día pudiste sentir hacia mí. Yo lo tengo más complicado porque ni lo quiero ni lo espero. Me castigo día a día encerrándome en una burbuja de donde tú no has salido, contigo, empapado de fantasías irrealizables que nacen desde ti.

Cómo me gustaría poder decirte que aún te amo, que es ahora cuando más te necesito, que... Qué de tópicos. Me doy cuenta de mi miserable falta de originalidad. Cuántas veces la gente habrá dicho cosas así, algo que yo antes nunca hice. Ahora tampoco se lo digo a la persona que quisiera pero al menos descargo esa frustración en este arrinconado mundo de palabras.

Siempre fuiste mi pequeña estrella, y eso no cambiará, mi amor.

No hay comentarios: