miércoles, 28 de enero de 2009

Tiempos de música.


Hoy te busqué. Me apetecía tanto leerte... Pero no tuve la fortuna de mi lado.

Venía en el coche y sonó una canción en la radio. No la había escuchado nunca, y si lo había hecho ni siquiera la recordaba, pero pronto te vi conmigo, o me vi a tu lado. Reviví una de aquellas fantasías que alguna vez compartimos. Tu pelo enmarañado por un viento que trataba de asaltar el coche en el que viajábamos a través de una ventanilla abierta. Tus ojos escondidos tras las oscuras gafas de sol que siempre luces cuando el astro rey se recrea en un cálido ambiente coronado por la bóveda celeste azulada de cualquier día estival. Y yo al volante, sonriendo y disfrutando de tu lucha desigual con ese travieso Eolo que encelado trata de abrazarte ahora que mis brazos no pueden hacerlo.
A una velocidad moderada disfrutamos ambos de un paisaje costero entre curvas serpenteando para librar cada uno de los acantilados por los que casi llegamos a asomar. Y esta canción, no sé por qué, se me hacía muy apropiada para escucharla en ese imaginario viaje a ninguna parte donde el disfrute está en el recorrido en sí, carente de destino ni de partida.

Sólo eran fantasías, y al llegar a casa he venido en busca de esa canción que ahora, mientras vuelvo a escribirte, escucho una y otra vez.

Hoy no pude encontrarte, de nuevo, y te estoy echando de menos. Cada día añoro más todo lo que alguna vez vivimos como dos amantes imaginados en un mundo irrealizable, pero tan perfecto que poco importa si todo fue una fantasía. Yo te he querido desde antes de conocerte, Alejandra, y sé que no podré encontrar a ningún alma que sea capaz de hacerme sentir como tú me haces sentir por mucho tiempo que pase, por mucha gente que llegue a conocer.

Lo que tú me regalaste fue algo realmente especial, tanto que nunca va a borrarse de mi vida. Has sido y serás el punto de partida y destino de mi amor incondicional, dama de traviesa sonrisa burlesca pero sincera.

Quiero decirtelo, mi pequeña estrella: " te amo más que a nada en este mundo desastroso que yo abandono cada vez que pienso en ti para viajar a una tierra llena de esperanza ilusoria junto a ti, aunque tú me niegues tu cariño. Porque te quiero sin objeciones, sin peticiones, sin obligaciones: sólo te quiero. Vivo soñándote y moriré añorandote, mi gran amor".

No hay comentarios: