jueves, 22 de enero de 2009

Viviendo en Nunca Jamás.


Amada fantasía:

Quiero cabalgar de nuevo a lomos de sueños compartidos, vividos por los dos. Recorrer esas playas desiertas donde tu amor y mi amor eran uno, verdadero y deseado.

Necesito volver a decirte "te quiero" sin prohibiciones ni restricciones, porque es lo que siento, lo que siempre sentí.

Un día arruiné el camino a una felicidad emocional que estaba alcanzando de tu mano, y hoy pago un precio que casi me llevó a la ruina. Pero de nuevo me apoyé en ti para sobrevivir, para respirar y poder dar un paso más.

Vives en un recuerdo continuo que salpica mis pensamientos y te hace presente cada instante de mi vida, aunque no estés, por mucho que te alejes.

Quizás vayas alcanzando ese deseo de apartar las emociones que sentías hacia mí para pedir sólo mi amistad; si ello te hace bien ojalá lo logres, pero no esperes que yo haga siquiera el intento de buscar en ti lo mismo que tú quieres de mí, porque no puede ser.

Eres parte de un mundo que sólo tú y yo conocemos, en el que nadie jamás llegó a reposar su mirada. Formas parte del sol que cada día alumbra los parajes que contigo dibujé, y al acostarse el astro, asciendes a una luna que me pertenece, donde los sueños son posibles y las fantasías parecen realidad. Y mientras la noche oculta nuestro amor a presencias ajenas, las estrellas reflejan una iridiscencia celestial en la deidad de tus ojos.

Eres parte de mi mundo, y más aún, mi mundo eres tú.

Después de caer en un lago de aguas heladas y sufrir la agónica desesperación de haberme perdido a mí mismo, mi alma ha encontrado un reposo volviendo a los sueños que antaño tenía contigo. Te miro y absorto despliego campos de ilusiones mentirosas que deseo convertir en realidad aún sabiendo que tu ley me condenó a cadena perpetua sin tu amor, pero yo no voy a negarme lo que siento, Alejandra, porque te quiero, y quiero quererte.

Fuiste juez y jurado ante mi delito, y cumpliré la condena que me ha sido impuesta, pero aún en la celda que es mi soledad tu compañía abrirá paraísos emotivos donde revivir añorantes recuerdos de lo que nunca fue y siempre será.

Te dije alguna vez que mientras me lo permitieras te diría siempre lo mucho que te quiero. Hoy no quieres ni leerlo y yo te lo hago saber en mensajes cifrados a los que estoy seguro siempre les encuentras el significado. No me resigno a perderte, Alejandra, aunque nunca fueras mía.

Mi amor es tuyo; te pertenece. Con él puedes hacer cuanto quieras, pero jamás abandonará mi corazón. Castígalo o cuídalo, pero no esperes que desaparezca porque este amor es para siempre.

No hay comentarios: