lunes, 26 de octubre de 2009

Hoy quisiera tenerte.


Mi amada fantasía:

Cada instante que pasa en mi vida, cada momento que me va llevando hacia un final incierto, se salpica de recuerdos que nacieron por ti, eternos en una vida perecedera.

Te recuerdo cada día y entre suspiros apagados busco una disculpa para pensar en ti.

Me llamas amigo y no sabes que no puedo serlo porque te amo, porque mi fidelidad al corazón me impide apartar este sentimiento de amor.

Sí, Alejandra. Mi amistad es tan sólo una máscara para impedir que te alejes aún más de mí porque no me importa esta soledad si aún puedo verte, y aunque la razón me lleva a la certidumbre de que queda poco para que te alejes completa y definitivamente de este mundo que creé en torno a ambos aún soy capaz de mentirme y guardar una esperanza para poder seguir mirando al cielo, cuando la luna ya reina en él, y salpicarme de la magia con que las estrellas decoran tan magistral lienzo.

Buscar el consuelo de este amor negado en otros labios es simplemente una utopía, porque aún si llegara un cálido beso a posarse en mi boca el sólo recuerdo de ti sería más poderoso.

El tiempo nunca será olvido aunque tú pienses que sí. El tiempo sólo servirá para añorarte más y más y quizás dentro de muchos, muchos años, cuando mi memoria ya flaquée y mi pulso tiemble, habrá un recuerdo que seguirá vivo, sin haber perdido ni un ápice de la fuerza que ahora tiene: ese recuerdo te pertenecerá.

Hoy quisiera estar contigo, sentado frente a tu rostro, viéndote sonreir y sintiéndote feliz en mi compañía. Hoy quisiera saber que mi amor tiene correspondencia en tu corazón y que tal y como yo siento, sientes. Hoy quisiera tantas cosas, amor mío... Pero mis deseos ya no se cumplen y siento a veces un nudo en mi garganta que hace correr alguna lágrima por mi mejilla tan sólo por una añorada felicidad perdida.

No pretendas que quiera lo mismo que tú, porque yo no quiero olvidarte y no lo haré. Tú continuarás tu camino y yo volveré sobre mis pasos para vivir de un tiempo que fue mágico.

Nunca habrá nadie como tú.

No hay comentarios: