sábado, 9 de enero de 2010

Fuiste, eres, serás.


Van pasando los días de un primer mes de un nuevo año y nada cambia. Un invierno frío, nevado, oculta tras su blanco manto pensamientos grises y melancólicos. Me siento sólo y me doy cuenta de que en realidad es lo que busco, lo que quiero, pero a la vez asiento ante el pensamiento de estar contigo, de albergar tu compañía junto con esta soledad.

A menudo me encuentro con la mirada perdida tras mi ventana y los pensamientos libres surcando mi mente, y cruzas una y otra vez entre la locura de mis devaneos fantasiosos para calmarme, dibujando una paz que en realidad no existe.

Mi corazón late enamorado; mi espíritu cobija ese sentimiento con el que vivo desde hace tanto, aunque sea un imposible.

Sueño con paisajes compartidos y te sitúo junto a mí en cada cosa que hago; vivo una locura que no me conduce sino a la más absoluta e irreductible soledad, pero si te soy sincero tengo miedo de despertar un día y sentir que no te quiero. ¿Ves? Ese es el mayor de mis desvaríos, porque en realidad eso sería lo más saludable para mi cordura emocional, pero no quiero.

Cuando creé mi mundo y pinté en él a mi "Eva" simplemente buscaba no necesitar del calor de nadie y vivir mis propias locuras fuera del mundo real en el que vivo, pero nunca creí que esa mujer en la que tanto pensaba existiera, y te conocí.

Según fui descubriendote me iba enamorando más y más, o en realidad, transportando el amor que ya sentía por un ser imaginario hacia ti, y comencé a confundir mi mundo perfecto con la vida verdadera. Ahora ya no sé dónde está mi ficción y donde lo real. Lo único que tengo claro es que te quiero, y que no quiero que eso cambie nunca, aún incluso si acabara por compartir momentos con cualquier otra persona, porque en ti he descubierto el amor verdadero, y sólo tú has sido partícipe de una luna que nadie pudo descubrir antes ni visitará jamás. Esa luna estaba preparada para que tú me acompañaras y siempre estará ahí para ti, aunque no compartamos nuestras vidas.

En nadie he visto lo que veo en ti, y por nadie he sentido lo que siento por ti. No habrá sitio para un amor tan grande ya jamás, y si no eres tú nadie será dueño de mi corazón. Y sé que si alguna vez mis manos se posan en otra piel suspiraré en silencio imaginando que es la tuya, y si me roban besos cerraré mis ojos creyéndote ser la ladrona.

Y si eso ocurre, seré injusto con quien esté, porque nadie podrá llegar nunca a alcanzar lo que tú fuiste, eres y serás siempre para mí.

Nunca estuviste, mas nunca te irás de mí.

3 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Que dulce es sentir asi, aunque duele por no poder compartirlo, la verdad es que cuando se ama de verdad a una persona todo gira alrededor de el o ella y no podemos sacarlo de nuestro corazón.

Gaspar Maluenda dijo...

El amor es lo más grande que un ser humano puede vivir, y pobre de aquel que no crée en su existencia, porque nunca conocerá el paraíso.

Ruth Carlino dijo...

Precioso e intenso pero a la vez se hace doloroso llevar la marca de alguien en el alma, cuando esto sucede es como si ya no vivieras, como si sólo sobrevivieras........

Besos.