sábado, 30 de enero de 2010

¿Dónde estás? ¿Dónde estoy?




Hoy abrí mi ventana a un nuevo día. Amanecía triste, ensombrecido por grisáceas nubes que ocultaban un sol aún sin fuerza. Miraba a un horizonte no demasiado lejano las cumbres nevadas de las estribaciones de una sierra de sobra recorrida y reconocida. Fuera el frío se mostraba en forma de remansos níveos, agazapados en el multicolorido campo que me rodea, y allí mi mente se escapó hacia pensamientos en los que te descubría tras de mí, mirándome desde una cama ahora vacía.

No estabas, y nunca has estado, pero en mi imaginación has habitado aquí, y en muchos otros lugares, siempre junto a mí.

He deseado desde hace ya demasiado un cálido abrazo llegado de ti, con todo el sentimiento. He necesitado de tu presencia como si el maná de la vida fuera.

Soy vulnerable a tu ausencia, y aún así no sé tratarte cuando estás presente. Sé que no debo hacerte partícipe de mis sentimientos, del amor que te profeso, pero acallar un corazón que necesita gritar al mundo lo que siente es muy difícil.

Hoy quería desnudarte, llevar mis manos a tu cuerpo y mis labios a tus labios, sentir la felicidad del deseo llenandote, vaciándome. Hoy deseo hacerte mía y leer en tus ojos la necesidad de mí, llevarte de mi mano y guiarme con tu estrella. Hoy quisiera estar contigo y vencer la racionalidad que sentencia "es un imposible", romper las barreras de lo prohibido y llegar a tu vida en un para siempre, aunque fuera efímero. Hoy anhelo recibir de la vida el don de tu realidad en mi mundo, o de la mía en el tuyo, estar juntos, ascender hasta una luna vestida de gala para recibir a dos enamorados que no pueden estar juntos ni vivir separados.

Un rayo de sol colándose entre las nubes me alcanza en los ojos y vuelvo de mi ensoñación, regresando mi mirada a la vista de los picos nevados, no demasiado lejanos, y a un presente donde yo soy quien vive enamorado, quien no puede estar contigo ni vivir sin ti.

¿Estoy loco?

3 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Si estas loco, que viva la locura. Porque ese sentimiento que vuelcas en este blog es tremendamente impresionante. Por favor que existan muchos locos como tu, la humanidad lo agradecerá. Un abrazo

Gaspar Maluenda dijo...

Realmente no creo que mi locura ayude en algo a la humanidad, ni siquiera a mí mismo, pero aún así muchas gracias por tus palabras.

Ruth Carlino dijo...

El anhelo de una presencia, de una amor, del que a veces no sé sabe ciencia cierta ni su existencia.

Me conmoviste con tus calidas letras.

Besos.