martes, 10 de febrero de 2009

Unas palabras de amor.


Hola, Aliss.

Llevo todo el día pensando en ti, aunque eso no es novedad. Pero en cada sitio, en cada persona veo algo de ti, alguna cosa que te mantiene presente en mi mente.

Necesito que sepas que te quiero, aunque no sirva de nada o aunque sirviera de todo. Sólo necesito decírtelo, que me escuches o me leas lo mucho que te necesito, la locura tan hermosa que has creado en mi vida, tu sóla presencia, tu sonrisa, tus bromas burlescas. Te quiero, Alejandra, te quiero de un modo que jamás imaginé. En realidad, contigo he aprendido a amar aunque no pueda demostrarlo ya.

Te quiero por ti misma, por tus enfados, por tu sonrisa, por esa voz que mece mis sentidos cuando la escucho, por una mirada que aún sigue siendo un misterio para mí. Te amo por cómo callas cuando me escuchas. Te amo por ser mi amiga.

Tuve la oportunidad de disfrutar de tu cariño y dejarme llevar hasta ti para tratar de hacerte volar, y eso aún más me enamoraba.

Pero hay algo sobre todas las cosas por las que tanto es lo que te quiero, mi pequeña estrella: porque siempre me has hecho sentir especial, aún hoy, después de todo.

Eres una persona muy importante en mi vida, que ha cambiado mi forma de ver el mundo, con la que he aprendido a vivir, a ser mejor persona, a quererme más. Tú has hecho mucho más por mí de lo que ni siquiera imaginas, y por ello también te quiero.

Te quiero por todo; por tu hermosura, por tu simpatía, por tu capacidad para perdonarme, por tu punto de vista del mundo, por tus discusiones conmigo, por tus contradicciones, por tus dudas, por tus seguridades, por tu madurez y por cuando te dejabas guiar lejos de esa madurez. Te quiero por todo, te quiero por ti.

Quizás el destino no tenga escrito en el libro de mi vida que yo fuera quien lograra hacerte feliz, o quizás sí. Sólo deseo lo mejor para ti porque todo lo bueno que te pase me pasará a mí, por muy lejos que estés de mi lado.

Pero si yo fuera parte de tu felicidad la dicha en mí sería infinita, porque te quiero y desearía saber que soy parte importante de ti.

Pero aún si no fuera y tu dicha está lejos de mi persona, ojalá la encuentres donde sea, con quien sea, porque un rostro tan hermoso como el tuyo, con esos ojos penetrantes y labios tan deseados, sólo deberían albergar sonrisas de felicidad.

Hoy te quiero más que nunca te he querido, y será muy poco para cómo te amaré mañana.

No hay comentarios: