lunes, 14 de diciembre de 2009

De locuras y amores.


Vengo de nuevo a escribir una página más de mi propia vida acompañado por una soledad fiel y leal.

Acabo de ponerme a escuchar una canción que descubrí hoy por casualidad capaz de remover mis pensamientos y hacer que me encuentre con imágenes irreales que tanto me hubieran hecho disfrutar si hubieran llegado a ser verdaderas.

No soy más que un ser humano incapaz de hacer frente a su propia existencia, buscando amparo en una idealista fantasía irrealizable.

Ultimamente mis palabras me suenan a rendición; me escucho hablar y siento que no hay nada por lo que luchar y de hecho me pregunto si debería abandonarlo todo, incluso abandonarme a mí mismo.

Me siento hastiado, cansado de todo lo que me rodea, y cansado de haber vivido una existencia que en nada me ha sido favorable mentalmente.

En realidad empecé a sentirme perdedor desde el mismo momento en que tengo recuerdos.

Cuántas veces me habrán hablado de talento, de mi talento para distintas cosas, para las que nunca luché, pero nunca nadie me habló de mi talento para amar, y de ese sí que soy consciente aunque como los demás, tampoco lo haya trabajado.

Siempre me he sentido cómodo imaginando las cosas, soñándolas, deseándolas. Así todo es perfecto, y no hay lugar para el dolor... Eso creía.
Pero entonces descubres a alguien que te despierta de ese amor imaginario y lo convierte en realidad, y te das cuenta de que eres incapaz de apartar de tus pensamientos ese sentimiento que te envuelve, y mires donde mires siempre hay algo que te lleva a recordar a esa persona. Sabes que es un amor imposible, porque jamás podrás tocarla, nunca llegarás a mirarla frente a frente, y comienzas a sumirte en una secuencia de desesperanza y desilusión. Decides volver a encerrar tus sentimientos dentro de ti mismo pero ya nada es lo mismo, porque sabes que la única persona a la que podrás amar de verdad el resto de tu vida existe y nunca estará junto a ti.

Sé que es una locura, que amar así es irracional y dañino, pero yo no soy una persona corriente. Tengo dos caras, y la peor es la que me muestro a mí mismo, donde la sonrisa va difuminándose y la mirada se pierde en el horizonte desconocido, sin preguntas, sin anhelos ya.

Hoy podría escribir cientos de lineas, pero serían demasiado oscuras y no quiero ensombrecer aún más el entorno del lugar.

Soy un pobre loco enamorado.

2 comentarios:

Lola Fontecha dijo...

Hace un par de meses me encontraba como tu, en estos momentos estoy viviendo algo maravilloso que me llena el alma, no se donde me va a llevar pero te puedo asegurar que lo voy a vivir plenamente. Hay momentos de mi soledad en los que le echo tanto de menos que siento tristeza y ganas de llorar, pero solo hablar con el me llena el alma al igual que lo hace cuando estamos juntos. No tires la toalla te puedo asegurar que vivir es lo más bonito que tenemos entre manos y ese privilegio hay que maravillarlo por encima de todo. Un beso de una mujer enamorada

Gaspar Maluenda dijo...

Gracias.