jueves, 6 de mayo de 2010

Una noche ensoñada.


Hoy me dejo seducir por la ilusión imposible de tu cuerpo y viajo hasta tus labios para vivir una aventura de la que no deseo volver.

Esta noche estrellada busco tu mirada sin importarme nada que no seas tú. Albergo la esperanza de encontrarte frente a mí, al cerrar mis ojos, y alcanzar tu mano, tomarla y atraerte a mí.

Quién diría que el tiempo de ausencia libraría un batalla contraria a la lógica y en lugar de alejar mis pensamientos poco a poco de ti acerca más momentos de añoranza y recuerdos disfrutados.

Sé que este amor que siento es irracional, pero al mirar a otras es a ti a quien busco una y otra vez.

Cada vez pienso más y más en ti, y cuanto menos te veo más te busco y acabo acudiendo a mis pensamientos para estar contigo. Es posible que mi mente haya caído en la demencia y la realidad se haya evaporado de mi raciocinio en lo referente a ti, pero en verdad ¿qué me importa? Eres tú, mi pequeña estrella, sólo tú quien dió vida a un sueño oculto en lo más profundo de mi imaginación y engrandeció el mundo a mi alrededor. Eres tú quien con sólo una palabra conseguía que la vida cobrara interés y las cosas perdieran importancia si no se referían a ti, a mí, a nosotros. Eres tú quien se dejó acariciar por cada una de las palabras que nacían de mi mismo corazón, si no del alma, y me sonreía llenándome de gozo.

Eres tú quien se aleja poco a poco y con ello me hace aún más dependiente de tu presencia. No puede haber nadie porque sólo existes tú y no puedo deshacerme de lo más hermoso que anidó en mi vida un día.

Esta noche, amor mío, serás sólo para mí, seré sólo para ti.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Disfruta de tus sueños, aunque esté lejos de la realidad.
Nadie es dueño de ellos y tu eliges.
Un biquiño.

Lola Fontecha dijo...

El amor hay que vivirlo y si es tu forma de hacerlo adelante.