jueves, 14 de octubre de 2010

Imposible no escribir.

No ha pasado tanto desde que decidí poner punto y final a estos trazos de mis sentimientos en forma de palabras. Pero hoy me doy cuenta de que no podrá haber un final para estos ecos de un silencio que me obligo a mantener aún en contra de la necesidad de gritar mi amor.
Creía que no existía ya consuelo en estas epístolas que escribía pues la añoranza de tu amor era cada día más y más grande, pero intentando aguantarme las ganas de ti cerré esta puerta y traté de convencerme de que tus ausencias cada vez más longevas acabarían siendo una sóla y eterna, y que por mi parte sería capaz de comprender que mantenerse en un estado de añoranza permanente me abocaría a perder el juicio y la razón: pero es imposible olvidarte.
Muchos días he sentido la necesidad de escribir de nuevo, incluso de buscar la manera de hablarte a ti y contarte que aún te quiero, que la carencia de tu compañía no ha hecho mella en este sentimiento que todavía guardo bajo la llave de mi introversión. Pero me imponía una ley del silencio y buceaba entre mis pensamientos recordando momentos y sonrisas imborrables que hoy, sin fuerzas para reprimirme, han hecho que vuelva a este portal y cruce el umbral para escribir de nuevo, una vez más, el imperecedero sentimiento que alberga mi corazón solitario.
Casi han pasado dos años desde que se cercenó mi libertad para amarte abiertamente y aún hoy siento esta necesidad de ti sin que nada ni nadie pueda cambiarlo. No existe un rostro que pueda emular siquiera la belleza inaccesible del tuyo, único en sus ojos, sus labios, su piel... No hay quien haya llegado a entenderme como tú, ni a completar los vacíos que aún puedan existir en mí. Me complementas como nunca podrá alguien complementarme.
Quizás desde una perspectiva objetiva la vida pueda parecer cruel conmigo impidiéndome este amor que tantas horas de sueño me ha robado y tantos sueños me ha regalado en esas horas insomnes, pero en realidad he conocido la magnificencia de un sentimiento tan poderoso como es el amor de verdad, la plenitud del más grande de los sentimientos, y la crueldad verdadera sería haber abandonado este mundo sin saber lo que es amar con altruismo y sin condición, amar de verdad.
Quisiera estar contigo, pero sin poder tenerte sigo enamorado de ti, y por eso no he resistido esta tentación de desahogarme en el único medio en el que puedo hacerlo, ya que no hay nadie con quien hable de ti y de lo que vive dentro de mí.
Hoy necesitaba decirte "TE QUIERO".

1 comentario:

Lola Fontecha dijo...

Impresiona leerte, en esta vida pocos sentimientos tan puros he podido presenciar o leer. Un placer poder compartir contigo ese TE QUIERO que necesitabas decirle.